Seguramente que una vez terminada, a los residentes de Panamá La Vieja, la torre de la catedral les habrá parecido un rascacielos. En la época en que se fundó, hacia 1519, era una de las construcciones más altas de las colonias españolas en tierra firme.
La que fue la primera ciudad española sobre la costa pacífica y la capital de Castilla de Oro, tuvo otras funciones, menos notables a lo largo de su historia.
Después de que fuese saqueada por el corsario Henry Morgan en 1671 y arrasada por el fuego que la destruyó casi por completo, su población se trasladó a la nueva ciudad, en lo que es hoy Casco Antiguo. De la antigua Panamá solo quedaron sus ruinas, que fueron utilizadas como cantera para construcción de nuevas edificaciones y, en el siglo pasado, el espacio detrás de la torre sirvió de cuartel ecuestre del régimen militar que gobernó Panamá hasta 1989.
En 1976, luego de ser rehabilitado, el conjunto fue declarado Monumento Histórico. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2003. Actualmente es administrado por el Patronato de Panamá Viejo, que se mantiene trabajando en la restauración, conservación y acondicionamiento del lugar. Es sin lugar a dudas una de las principales atracciones turísticas de la ciudad y su torre, un símbolo único de Panamá. Es precisamente la torre la que más cambios ha sufrido a lo largo de los siglos.

Originalmente estaba construida de madera, se reconstruyó en el siglo XVII y a finales del siglo pasado se apuntaló la piedra original con materiales más resistentes para convertirla en un mirador al que los turistas y visitantes pueden subir y desde allí divisar el paisaje de la bahía de Panamá y alrededores. El complejo de Panamá la Vieja incluye el Convento de las Hermanas de la Concepción, la Compañía de Jesús y los conventos de San Francisco, de la Merced y de San Juan de Dios, así como el centro de visitantes y museo arqueológico. El horario de atención al público es de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. en todo el complejo (incluido el acceso a la torre). El museo cierra una hora antes (5 p.m.).
La actual administración del Patronato de Panamá Viejo, busca el sitio histórico de 28 hectáreas en un parque arqueológico. De esa manera, no se reconstruirían los monumentos, sino que se mantendría el aspecto de ruinas con un buen mantenimiento.

La entrada al complejo para los adultos (mayores de 18 años) es de cinco dólares, los niños mayores de ocho años pagan dos dólares y los menos de ocho, entran gratis.
El complejo se ubica en lo que es hoy el barrio de Panamá Viejo.
Contacto: Patronato de Panamá Viejo: 226-8915 o 226-9364 www.panamaviejo.org